28 de julio de 2010

XXV Años de la Salida Extraordinaria del Cristo del Mayor Dolor



A la, ya anunciada en los medios, celebración en el presente año del XXV aniversario del Patronazgo de María Santísima del Dulce Nombre sobre el Excmo. Colegio de Graduados Sociales de Sevilla, se une otra efeméride que cumple los mismos años en el mes de Noviembre, concretamente el día 23.
Se trata de la procesión extraordinaria del Santo Cristo del Mayor Dolor, única Imagen Titular de las primitivas que conserva la Hermandad, que salió a las calles sobre un paso por primera y única vez tras la reorganización en 1919, y probablemente tras más de doscientos años sin hacerlo, si es que lo hizo alguna vez. Decimos esto último porque no se sabe con certeza si el Cristo del Mayor Dolor era este crucificado, o bien el cautivo que conformaba el Misterio de la Bofetada, quedando el anterior como Imagen de altar.
Para tal evento cedió su paso la Hermandad de Vera Cruz, paso que hace dos años dejó de procesionar en Sevilla al realizar esta Hermandad uno nuevo para su Titular. La música corrió a cargo de la Banda de cornetas y tambores de las Cigarreras. El paso fue portado por hermanos costaleros, a las ordenes del capataz del la Stma. Virgen, Antonio Urbano Báez.
Salió a las 20:00 horas desde la Parroquia de San Lorenzo, continuando por Plaza de San Lorenzo, Juan Rabadán, Teodosio, Baños, Cardenal Spínola, Plaza de San Lorenzo y entrada.

22 de julio de 2010

D. Francisco de los Reyes Rodríguez López, nombrado nuevo párroco de San Lorenzo Mártir.

En el día de ayer, el Arzobispo de Sevilla, Monseñor Juan José Asenjo Pelegrina ha firmado, entre otros, el nombramiento del Rvdo. Padre D. Francisco de los Reyes Rodríguez López como nuevo párroco de San Lorenzo.

Se da la circustancia de que el anterior párroco, el Muy Iltre. Sr. D. Juan Manuel García-Junco Caballero, pasa a ocupar el cargo de Vicario Parroquial que antes ostentaba D. Francisco de los Reyes.

Para más infomación: Aquí

13 de julio de 2010

Fallece N.H.Dña María del Monte Neguillo



Ha fallecido nuestra hermana Dña María del Monte Neguillo Álvarez de Toledo, viuda de N.H.D. José Díaz Santos (Q.P.D.) y madre de N.H.D. José Manuel Díaz Neguillo (Q.P.D.) y que había ingresado en nuestra Hermandad en 1976.
Desde estas líneas manifestamos nuestro pesar y nos unimos al dolor de sus familiares.

4 de julio de 2010

El vínculo del Banco Hispano Americano con la Hermandad del Dulce Nombre de María


Pepe Fluja recogiendo el diploma acreditativo de los 50 años
de pertenencia a "La Bofetá" de manos del desparecido
Hermano Mayor Juan Luis Quiroga
(foto: Hermanos Bofeteros)

N.d. e.: Por su importancia, pasamos a reproducir el artículo que hace unos años N.H.D. José Fluja Carmona (Q.P.D.) publicó en el Boletín Dulce Nombre en el que repasaba la vinculación del Banco Hispano Americano con nuestra Hermandad.

El asunto tiene gran importancia, ya que es conocida la significativa y destacada influencia que las Hermandades, sobre todo de penitencia, tienen durante todo el año en la actividad y vida de nuestra ciudad de Sevilla, lo que demuestra la trascendencia que tiene la presencia del Banco Hispano Americano a través de sus empleados en la reorganización de una institución histórica de Sevilla representada por esta antigua y distinguida Hermandad de esta carismática ciudad.
No cabe duda de la importancia histórica de la Hermandad el Dulce Nombre, o de la Bofetada como también es conocida, y si añadimos, como ya hemos dicho, la presencia, influencia e influencias, que éstas instituciones cofradieras tienen en la vida y cultura de la ciudad, difícil de captar y apreciar fuera de la misma, comprenderemos la significación que tiene en Banco Hispano Americano, en primer lugar a través del gran número de empleados suyos, algunos muy destacados, y también como entidad, ya que desde el principio apoyó éste hecho y colaboró siempre en distintas etapas y diferentes maneras, adaptándose a las circunstancias, siendo muy importante su aportación económica. Incluso los clientes del Banco Hispano aportaban su ayuda para sufragar los cuantiosos gastos que suponen la realización de una estación de penitencia.
No digamos de los empleados, pues independiente de los que participaron en la reorganización de la Hermandad, que fueron muchos, cuando en mayo de 1937 fue nombrado Mayordomo el empleado D. Manuel Filpo Pérez, (fallecido el 3 de mayo de 1996), época en que todo iba de aumento menos los ingresos, al exponer a sus compañeros del Banco la penosa situación en que se encontraba la Hermandad, decidieron ingresar en masa, de forma que a partir de entonces se decía que para entrar en el Banco había que firmar tres documentos: el contrato de trabajo, la solicitud de socio del Hispano Club y la de Hermano del Dulce Nombre.
Con ese apoyo, la Hermandad superó un breve decaimiento volviendo desde entonces a ser la gran y señera Hermandad que fue en 1919, pues con su reorganización en dicha fecha, inició el resurgimiento y esplendor de la Semana Santa Sevillana, fiesta profunda y eminentemente religiosa, ya que desde el año 1909 no se reorganizaba ni fundaba ninguna Hermandad, y a partir de la nuestra, surgieron de inmediato otras reorganizaciones o refundaciones con frecuencia, viniendo año mas tarde la fundación de nuevas Hermandades.
Durante las décadas de los cuarentas, cincuenta y sesenta, aumentó la lógica, y considerablemente el cuerpo de nazarenos que hacen la Estación penitencial de los Martes Santo, no siendo de extrañar que hubiese tramos completos en el que todos o casi todos eran empleados de nuestro Banco.
Ello da lugar a que en Sevilla, el nombrar a la Hermandad de La Bofetá, denominación mas extendida en aquella época, se dijese: "Ah si, la Hermandad del Banco Hispano".
Cuando en el año 1968 se traslada la Hermandad a la importante Parroquia de San Lorenzo Mártir, adquiere mayor esplendor y popularidad, no en balde en el mismo barrio se encuentra la señorial Hermandad de La Soledad y la gran, popularísima y prodigiosa imagen del Señor de Sevilla, el Gran Poder.
De esta manera hoy es considerada como una importante Hermandad, que tiene sus problemas actuales como todas, y sobre todo como una gran cofradía con un espléndido y rico paso de misterio y un armonioso, completo y sevillanísimo paso de palio donde lucen las primeras y quizás mejores Imágenes que esculpió el insigne escultor Antonio Castillo Lastrucci (q.e.p.d.) para las cofradías de Sevilla.
No puedo terminar sin nombrar algunos de los empleados del Banco Hispano Americano que en transcurso de estos mas de ochenta años destacaron en la Hermandad por diferentes motivos. Muchos formaron parte de sus Juntas de Gobierno, algunos con mas entrega o continuidad que otros, pero todos con una gran fe e ilusión, fueron forjadores de la actual Hermandad, rogando que si me olvido de alguien me perdonen pues será un accidente totalmente involuntario.
En la primera época que podemos considerar desde el año 1919 en que se realizan las tareas de reorganización hasta el año 1931 en que se proclama la Republica destacan además de dos directores del Banco como D.Francisco Gómez Merodio y D. Faustino Arévalo Delgado, este último que por su entrega y cariño durante toda su vida mereció el nombramiento de Hermano Mayor Honorario, entre otros: Juan Antonio Araujo, Sánchez Ocaña, Peña, Julián Diez, Fernández Lobo, Prudencio Molero, Manolo Guerra, Pedro Liñán Borrego, José Rodríguez Bancalero, Roberto Maestro de Vía, Antonio Lallena, José Escolá, Manuel Espejo Osuna, Currito Lobo, Buenaventura Errazquin, Angel Luna y mi padre Vicente Fluja Rasco, éstos dos últimos fueron los primeros Secretarios de la Hermandad (cuando ésta celebró las Bodas de Oro de su reorganización, el que suscribe era el Secretario).
Viene una época difícil y comprometida debido a los acontecimientos políticos y militares de los años 30 al 40, pero superados vuelve a resurgir a finales de la década el entusiasmo por la Hermandad y la Cofradía y surgen nuevos e inolvidables cofrades salidos de las filas de los empleados del Banco Hispano como: Fernández Castañón, Vicente Tortajada, padre e hijo, Manuel Maña, Miguel Salado (Salaito), Manuel Díaz Jara, Alberto Martín Avendaño y Alberto Martínez Alonso, Enrique Arias, Manuel Noriega López, Manuel Burgos Ruiz, Ladislao Quiroga González-Solís, Francisco Herrera (Herrerita), José Montero López, Julio Montes Rivero, Francisco Morales Rica, Luis González Fernández Ballesteros, José del Real Martínez y posteriormente entre los 40 y los 80, muchos mas como D. Pedro Morillón Costales y D. Francisco A. Urquía de la Iglesia que terminarían profesionalmente en Madrid como directores generales del Banco Hispano, Martín Arévalo Clavero, letrado jefe de la Asesoría Jurídica Regional, Antonio Pacheco Domínguez que en su época de director regional de Sevilla, inició la costumbre de que al llegar los pasos de la Cofradía, al discurrir la misma los Martes Santo en fervorosa estación de penitencia por la calle Sierpes, (Carrera Oficial), a la altura del edificio de la Oficina Principal, donde siempre se arrían los pasos, se le entregara hermosos ramos de claveles, rojos al Señor y rosas a la Virgen, colores tradicionales de la Hermandad en el exorno floral de los mismos, y se cantaran saetas por prestigiosos profesionales.
Esta costumbre que aun se conserva será trasladada según parece, al paso de la Cofradía por la Avenida de La Constitución, también Carrera Oficial de las Cofradías de Sevilla, cuando la Cofradía alcance la altura del edificio donde actualmente están instaladas la Oficina Principal y demás dependencias del Banco Central Hispano (antigua sede del Banco Central).
En estas fechas a que nos estamos refiriendo a los ya citados Morillón, Urquía, Arévalo y Pacheco acompañan muchos mas, algunos gracias a Dios actualmente disfrutamos e incluso vestimos la túnica blanca penitencial los Martes Santo, otros gozan ya de la gloriosa visión de Nuestros Amantísimos Titulares en la mansión celestial.
Entre otros recordamos a: Rafael Arteaga Blanco, José Luis Fernández-Castañón Araiz, Antonio Blasco García, Julio Padilla Rubiato, Fernando Díaz Guirado, Gabriel Guijarro Milla y hermanos, Francisco Torres Morales, Aurelio Rodríguez Sayago y su hijo, Francisco Vázquez Domínguez, José Lagares Bernal, Desiderio Alonso Guerra, Antonio y Evaristo Álvarez López, Francisco Poyato Garrido, Manuel Vega Martín, Manuel Pérez Conde, Manuel Sánchez Galisteo, Feliz Elías González Gutiérrez, Manuel Freire Martín, Joaquín Maillo Sánchez, Manuel Espejo Romero, Antonio de la Morenas Balsera y sus hijos, Patricio Rodríguez Alcalá, Alfonso Solís Bravo, Manuel Burgos Maldonado, Francisco Tubio Rupielle, Manuel Noriega García y su hijo Francisco Noriega López, Ramón Gil Ruiz, Manuel Díaz-Jara González, Fernando y Francisco Hernández Caracuel, Ramón Pérez Quinta, Rafael Urbano Muñoz, Francisco Lao Fernández, José Pavón Gómez, Pedro Liñán Sancho, Rafael Fernández-Castañón Priego, Rafael Urbano Muñoz, Felipe González Nieto, José Luis Bravo Rodríguez, Juan José Abad Muñoz-Repiso y su hermana Loli, Jesús Bravo Ceroilla, Manuel Louzado Mora, Pedro Pozuelo López, , Martín Arévalo Espejo, Eduardo Maestro Blanco, José del Real Rojas, Isidoro García Pergañeda, José L. Familiar Fernández-Castañón, otros muchos mas y el que suscribe, que ingresa en la Hermandad en el año 1942, formando parte de la Junta de Gobierno durante treinta y nueve años, sucediendo a su padre, quien perteneciera otros veintinueve.
Mas recientemente Don Emilio Nocela Berlín, que hace unos años el Martes Santo, formó en la cofradía vistiendo la túnica de nazarenos para, anónimamente, bajo el antifaz, hacer su estación de penitencia; Don Juan Maria Nim, que apoyó eficazmente a la Hermandad; Don José Luis Molina Peral, quien concedió un préstamo hipotecario para la compra de la Casa-Hermandad; Don Guillermo Farrés Snelders, fervoroso cofrade, muchos años costalero y últimamente nazareno, ocupando cargos de gran responsabilidad en la cofradía, con madera de Hermano Mayor perteneció a la última Junta de Gobierno hasta su traslado a Madrid por motivos profesionales; Don Antonio Fraguero Guerra, reciente hermano entusiasmado con la Cofradía, etc. etc.
Mención aparte merecen D. Francisco Morillo Esteban, vestidor durante muchos años de las imágenes, artista de exquisito gusto que continuó haciéndolo hasta su fallecimiento y Don Manuel Filpo Pérez, quien aún siendo casi un niño, con dieciséis años, recién ingresado en el Banco Hispano Americano, ya intervino como otros de su edad, entre ellos mi padre, en las tareas de reorganización habiendo llevado toda una dilatada vida dedicada por completo a la Hermandad, durante sesenta y nueve años perteneció a la Junta de Gobierno, de los cuales cuarenta y cinco ocupó de manera ejemplar el cargo de mayordomo, pasando por puestos responsable el resto de los años. Ello le hizo merecedor de que la Hermandad le concediera la segunda medalla de oro, ya que la primera se concedió a la Hermandad del Gran Poder.
Son las únicas medallas de oro concedidas hasta la fecha por la misma.
No deja de ser curioso que de los catorce hermanos mayores que han regido la Hermandad desde su reorganización en el año 1919, hasta los momentos actuales, sólo dos hayan sido empleados del Banco Hispano Americano:
Don Manuel Noriega López desde el 11 de Junio de 1950 al 27 de Junio de 1953. Director de la Urbana de San Jorge (Triana), desempeñó su cargo de Hermano Mayor con humildad, sencillez y eficacia.
Y el bueno de Don Martín Arévalo Clavero, Letrado Jefe de la Asesoría Jurídica del Banco, Hermano Mayor querido y ejemplar, que incrementó las relaciones Banco-Hermandad e hizo importantes estrenos y reformas, siendo muy estimado no solo en su Hermandad sino en el mundo cofrade de Sevilla durante su mandato desde el 17 de Mayo de 1972 hasta el 16 de Noviembre de 1984.
Sin embargo en todas las Juntas de Gobierno hasta fechas recientes ha habido miembros que pertenecían al Banco y como dato significativo es de destacar que, por regla general, siguiendo la recomendación que en su día dio Don Faustino Arévalo Delgado, los Mayordomos y Secretarios casi siempre eran empleados del Banco Hispano Americano.
Actualmente, si bien la participación de los empleados en la Hermandad ha disminuido bastante debido a las circunstancias presentes que hacen que por distintos y variados motivos los empleados no constituyan una gran familia como ocurría antes, el Banco Central Hispano, como entidad, nos consta que ha cogido el relevo del Hispano Americano, consciente de la importancia histórica y tradicional que significaba esta relación Hermandad-Banco. Nuestro querido hermano Don Antonio Fraguero Guerra así lo viene demostrando con todo su interés, cariño e importante apoyo en todo los sentidos. La Hermandad es consciente y sabrá agradecerlo siempre, sobre todo encomendándolo a sus Amados Titulares que se lo sabrán premiar.
Y voy a finalizar, invocando a esa Virgen guapa y morena de San Lorenzo con la jaculatoria que decimos al término de los Cabildos, después de rezar las preces de rigor por nuestros Hermanos difuntos:
DULCE NOMBRE DE MARIA
SE LA SALVACIÓN MIA

José Fluja Carmona

Fallece N.H.D. José Fluja Carmona



Ha fallecido en Sevilla N.H.D. José Fluja Carmona, hermano nº 6 y muy vinculado con nuestra hermandad en la que ocupó diferentes puestos en distintas Juntas de Gobierno.
Hijo de quien fuera el primer Secretario de la corporación tras la refundación, Vicente Fluja Rasco, ingresó en la misma en 1942 siendo durante treinta y nueve años miembro de junta de nuestra hermandad.
Empleado del Banco Hispano Americano, tan vinculado a nuestra coporación, y de profundas convicciones religiosas, fue asimismo Hermano Mayor de la Hermandad Sacramental de la Parroquia de la Magdalena durante la década de los 90 y consejero de Hermandades Sacramentales durante los dos mandatos de Antonio Ríos (1992-2000).
Desde esta líneas nos sumamos al dolor de su familia, viuda, hijos y nietos, todos pertenecientes a nuestra hermandad.
D.E.P.
Fotografía: José Angel Caballero / Las Cofradias de Sevilla

2 de julio de 2010

Gran Poder




El Fiscal. Diario de Sevilla.

LOS JIRONES DE DIOS
Majestad imperturbable la de este Gran Poder con la camisa y la túnica hechas jirones. Todo lo vence, todo lo puede, todo lo resiste. Más humano que nunca, tan divino como siempre. "El Señor todo lo perdona y todo lo ha perdonado ya".

La voz de Camilo Olivares, Don Camilo, en la madrugada de alfileres en el corazón, es el mejor pie de foto para este Señor que resiste los primeros planos, que se alza entre la angustia, que da la lección del padre herido que se mantiene en pie y sigue cuidando de la prole a la espera de que los vencejos vengan esta vez, no sólo a sacarle las espinas de su corona, sino a curarle las heridas del cuerpo ultrajado.

Con la ropa hecha jirones como un niño más del barrio después de jugar toda la tarde a empotrar una y otra vez la pelota en los muros de la parroquia y hartarse de pedir vasos de agua en El Sardinero. Con la camisa inmaculada abierta, a pecho semidescubierto, como sacado de un Dos de Mayo de Goya.

Con la dignidad intacta en la mejor escenificación de la parábola de la segunda mejilla. Este Dios es tan nuestro, es tan como nosotros, que desde el pasado domingo lo es aún más si cabe. ¿No van a verle a su casa a diario los enfermos, los tullidos, los sin techo, los que se creen dejados de su mano, los que nada esperan y los que aún lo esperan todo?

Este Dios golpeado y zarandeado es el que está en las mesillas de noche de las alcobas y viaja en los taxis con su cara de plata anudada a los retrovisores, el de los calendarios de los puestos de las plazas de abastos y el de los marcos dorados de las peluquerías, el de los azulejos de las casas con patio del centro y el que preside los salones de los pisos de los barrios, el que acoge cada oración de Padrenuestro que le habla de tú y también cada plegaria de ojos bajos que no le aguantan la mirada y le hablan de usted cada viernes del año, el que tiene oro persa en su túnica y serpientes en su corona, el caminante que hace camino cada Madrugada en la senda abierta por Lacaves con música de canastos golpeados, el que tiene la cara de los años veinte y es el Dios de tus abuelos, el que resiste la túnica blanca, la bordada, la sin bordar y la bata blanca de su hospital improvisado en el tesoro litúrgico, el que porta la cruz y entrelaza sus manos como alas de paloma así que se alzan las ramas y palmas que anuncian su besamanos, el que oye la angustia desgarrada del joven que se interpone entre sus últimos nazarenos a su paso por San Vicente ("¡Sácame de la droga, tú que puedes!"), el que es seguido por el tramo de las madres de abril sin más insignias que la fe, aquel al que un pregonero prometió plegarias "aunque fuera un tronco seco, oscuro y podrido" y otro pregonero convirtió su silueta en la verdadera heráldica de la ciudad.

Este Dios que es mío, tuyo, de tu gente y tus antepasados, de tus amigos y de tus menos amigos, de tus conocidos y de los anónimos que te cruzas a diario por la calle, que perdona al minuto y que se muestra pedagógicamente soberbio en la caída, apareció la noche del domingo más que nunca como uno de nosotros. Dios se cae y se levanta en San Lorenzo. Conserva toda su majestad de amanecida de Viernes Santo. Escrito está que el Dios de los pucheros en Sevilla se llama Gran Poder. Nada le es ajeno. Contemplado en la madrugada más dura de su historia es una metáfora perfecta de la sociedad en crisis en la que nos ha tocado vivir. Viéndolo tras la afrenta sufrida en su dignísima plenitud (In manu ejus potestas et imperium), la misma ciudad puede reinterpretar el Evangelio de Mateo al sevillano modo, revestirse de centurión del Cerro y exclamar: "Verdaderamente éste era el Gran Poder".

Publicado el viernes 25 de junio de 2010.